Nuevas tendencias sexuales: sex positive

Nuevas tendencias sexuales: sex positive

1920 1280 María Blanco Brotons

El positivismo sexual, o ser “sex positive” es comprender la sexualidad como una práctica en la que las únicas preocupaciones importantes son el consentimiento, el placer y el bienestar de las personas involucradas. Es darle la dimensión al sexo que se merece y alejarse de concepciones culpabilizadoras o mojigatas en las que el sexo únicamente está ahí por ser un paso necesario en la procreación.

El término “sex positive” se usa para describir una actitud frente al sexo en la que no existen los juicios de valor sino que se rige por la tolerancia ante cualquier práctica, siempre y cuando esta sea consentida y consensuada. Ser sex positive no es ser un depravado, se puede ser sex positive y no practicar sexo, este concepto no es pues, una práctica sexual, sino una manera de afrontar la sexualidad en la que la tolerancia y el respeto por cualquier práctica consentida es la base de todo.

Nuevas tendencias sexuales: sex positive

Hablar de que el sexo ha sido un tema tabú durante muchos cientos de años no es decir nada nuevo. Liberarse de la perspectiva negativa de la sexualidad puede incluso hoy en día ser difícil ya que todavía en pleno siglo XXI existen muchas razones por las que algunas personas se sienten incómodas al hablar de sexo, entre ellas razones religiosas que asocian la sexualidad a la culpa y al pecado. El positivismo sexual no coloca ningún valor moral a las diferentes sexualidades o actos sexuales, deja de lado los prejuicios y abraza la diversidad sexual humana, enfatizando en la apertura, las actitudes no prejuiciosas y la liberación de la sexualidad y las expresiones sexuales.

Asimismo, para el positivismo sexual no existe ningún tabú o vergüenza a la hora de hablar libremente sobre sexo. Una persona sexualmente positiva no juzga a otros por sus deseos o fetichismos sexuales.

Pero ¡ojo! Ser sex positive no significa tener relaciones con cualquiera todo el tiempo. Ser sex positive no cuestiona esa forma de entender la sexualidad pero no te obliga a que la practiques, ya que el sex positive ante todo, asume que no existe una forma correcta o incorrecta de expresar la sexualidad. Puedes incluso no querer tener relaciones sexuales y ser sex positive, ya que este concepto no se trata de una práctica, sino de una visón ante las relaciones sexuales humanas y sus efectos en el bienestar general. De esta misma manera, puedes tener multitud de relaciones sexuales y no ser sex positive si, por ejemplo, disfrutas mucho con el sexo pero eres una persona transfóbica.

No debemos confundir el positivismo sexual con la obligación de tener que aceptar ciertas prácticas; no es positivismo sexual el sexo liberal, ni tener que experimentar todo aquello que nos desagrada, tampoco consiste en ir en contra de la concepción sexual tradicional, ni pensar que a todo el mundo le tiene que gustar el sexo, ni no tener fronteras o límites… tampoco es positivismo sexual sentirse con derecho al sexo ni creer que algunas formas de practicar sexo son mejores que otras…

En definitiva, para el positivismo sexual no existe una lista de lo que “deberías o no deberías”; asume que no existe una forma correcta o incorrecta de expresar la sexualidad, puesto que entiende que la liberación sexual no viene con reglas o jerarquías de placer. Se trata de poder expresar quien quieres ser sexualmente, fuera de todos esos “deberías” que nos impone la sociedad. El positivismo sexual entiende que el sexo puede ser una parte saludable de la vida humana y que por lo tanto no debe ser motivo de vergüenza o estigma y ademas, respeta las elecciones que otros hacen con respecto a su sexualidad, incluso si esas elecciones son diferentes a las que nosotros haríamos, siempre que, eso sí, esas elecciones sean consensuadas.

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