Gases vaginales, qué son y por qué no debemos avergonzarnos por ellos

Gases vaginales, qué son y por qué no debemos avergonzarnos por ellos

1080 768 Marian Requena González

Seguro que en más de una ocasión te has visto en esta situación: un candoroso encuentro sexual, te sientes sexy y poderosa, ardiente y sensual, todo discurre de maravilla, como te gusta, y de repente, de tu vagina, -sí sí, de tu vagina- surge un sonoro pedo y toda la seguridad que te embargaba se transforma en un “tierra trágame” del tamaño de la falla de San Francisco. Pues amiga, ni eso era un pedo, ni te debes sentir acomplejada, nos pasa a todas y la culpa la tiene la física.

gases vaginales

Los gases vaginales, -mal llamados pedos vaginales, e incluso gases vaginales tampoco es correcto-, no tienen nada que ver con la fermentación del gas, que hace que se expulsen las ventosidades, es solo aire que entra en la vagina durante las relaciones sexuales y luego se expulsa, generando en algunas ocasiones un indiscreto y divertido sonido.

¿Cómo se producen los gases vaginales?

La vagina está formada por un conjunto de músculos cerrados que, debido a la estimulación sexual o a la penetración, se dilatan lo que hace que aumente la posibilidad de que entre aire. Cuando vuelven a cerrarse se expulsa este aire, y si un pene, dedos o un juguete sexual andan por ahí, se produce una presión que hace que esta expulsión sea más ruidosa. Pero ni huele, ni tienen nada por lo que deban resultar asquerosos, más allá de las asociaciones culturales relativas a su procedencia.

Siempre hay algún truco

Todas las mujeres sufren, han sufrido o pueden sufrir estas situaciones y no hay nada que pueda evitarlo; sin embargo, son más frecuentes cuando la musculatura pélvica está más debilitada. Existen algunos truquillos sencillos con los que puedes tratar de evitar que surjan, o al menos, reducir su aparición mientras tengas relaciones sexuales.

Fortalece la musculatura pélvica. Te suenan los ejercicios de Kegel, ¿no es así?, pues ya tienes un motivo más para practicarlos. Aunque no es la única manera; puedes utilizar bolas chinas especialmente diseñadas para reeducar el perineo.

La postura importa

También puedes prestar atención a las posturas durante las relaciones sexuales. Puede que tus favoritas sean, precisamente, las que están produciendo esta salida ruidosa de aire. Las vaginas son todas distintas, por lo que no existen posturas “oficiales” de gases y posturas estancas, depende particularmente de la forma de cada una y sobre todo, de la manera de manipularla: si haces un movimiento tipo tijera con las manos, es más probable que entre aire, al igual que si soplas aire en la vagina durante el sexo oral. No obstante, posturas por detrás, tipo “perrito” también son más propensas a la entrada de aire.

Otro de los posibles motivos que pueden dar lugar a este tipo de sonidos es que la vagina no esté bien lubricada, así, si os acostumbráis a utilizar lubricante a base de agua, puede que disminuya el efecto bombeo.

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En cualquier caso debes saber que este tipo de “pedos” son completamente normales y que no deben avergonzarte en absoluto. Puedes tratar de evitar que aparezcan o sentirte libre con ellos e incluso convertirlo en un juego. Todo depende de vosotros.

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