Muchas nos habéis preguntado qué es exactamente ese flujo que se nos escapa por la entrepierna después de mantener relaciones sexuales; ¿es semen? ¿flujo? ¿el famoso orgasmo femenino? Pues ni uno, ni otro, ni todo lo contrario. Después del sexo las mujeres expulsamos un sugerente cóctel de fluidos sexuales.
Por un lado están nuestras propias secreciones. Durante las relaciones sexuales es normal que las mujeres produzcamos un tipo de flujo vaginal y cervical incoloro e inodoro destinado a lubricar la vagina para facilitar la penetración y hacer más placenteras las relaciones sexuales.
Este tipo de secreción vaginal varía en abundancia según las mujeres. Y luego está la llamada “eyaculación femenina”, que tienen algunas mujeres y que es un fluido más viscoso, que producen las llamadas glándulas de Skene, que se llenan de un líquido durante la excitación y que lo expulsan en el orgasmo.
Líquido seminal…
Por otro lado está el semen, que no se queda todo lo eyaculado dentro de la vagina, sino que parte de este se sale, y esto es debido a la fuerza de la gravedad. Adoptes la postura que adoptes, habrá unos cuantos espermatozoides que se quedarán fuera, porque parte del líquido seminal se queda fuera. Esto es algo normal por lo que no debemos preocuparnos si buscamos un embarazo.
Suelo pélvico fortalecido
Finalmente, si tenemos los músculos del suelo pélvico poco fortalecidos, puede que entre este combinado de fluidos también haya algo de pis; algunas mujeres son incapaces de controlar que se les escapen algunas gotitas después de mantener relaciones sexuales.
¿Cuándo debemos alarmarnos? Si los fluidos que expulsamos después de mantener relaciones sexuales huelen mal o tienen algún color, debemos ir al ginecólogo, porque puede ser síntoma de que algo no va bien.