Si estáis inmersas en la búsqueda del embarazo, ya debéis saber -o al menos, haber escuchado- sobre la importancia del flujo vaginal y el gran indicador que es para estos menesteres. La mucosa cervical cambia a lo largo de nuestro ciclo y es precisamente, durante nuestra ventana fértil, cuando su consistencia y pH se vuelve favorable a los espermatozoides, facilitándoles el acceso al óvulo. Saber identificarlo se convierte en una información muy importante que te servirá para quedarte embarazada. Y saber cómo hacer para mejorar su calidad también.
La mucosa cervical fabrica un tipo de flujo generado en el cervix y expulsado a través de la vagina que aparece regularmente a lo largo del ciclo menstrual de las mujeres, es el moco cervical.. Esta sufre una serie de cambios predecibles durante el ciclo que son fácilmente observables: la mayoría de las mujeres aprecian un patrón que va de espesa, opaca y pegajosa a cremosa, resbaladiza, transparente, elástica e incluso acuosa. Además de al efecto hormonal, estos cambios en la consistencia del moco cervical se deben a un mayor contenido en agua, pues a medida que nos acercamos a la ovulación, la cantidad de agua que tiene la mucosa cervical aumenta, llegando a suponer hasta un 96% de la misma.
Durante la mayor parte del ciclo la vagina es ácida y hostil a los espermatozoides, pero cuando está presente el tipo de moco cervical que propicia el embarazo, esta nutre las células espermáticas y las ayuda a sobrevivir dentro del tracto reproductivo durante más tiempo. Este flujo aparece en los días previos a la ovulación. Los responsables de que esto ocurra son los estrógenos, que cuando sus niveles están altos transforman el moco cervical en una variedad fértil que no daña a los espermatozoides. Así, el agua y la baja acidez crean un entorno apto para que ocurra la fecundación del óvulo.
Si queremos aumentar las propiedades fértiles del moco cervical es muy importante mantenerse hidratadas; como hemos dicho antes la mucosa cervical se compone principalmente de agua y, a medida que se vuelve más fértil, aumenta su contenido en agua. Mantenerse hidratada puede ayudar a aumentar la cantidad de mucosa cervical, ya que la mayor cantidad de agua segregada junto con las mucinas producen una mucosidad más suelta que facilita el recorrido de los espermatozoides. Otra cosa que podemos hacer es tomar un descongestivo como Mucinex, cuyo único ingrediente activo es la guaifenesina, puede ayudar a mejorar la calidad del moco cervical. Funciona básicamente por la misma razón por la que mantenerse hidratada: Mucinex aumenta la secreción de agua de los tejidos secretores de mucosa en el cuello uterino, lo que hace que la mucosa sea más suelta. Eso sí, es importante que te asegures de que el único ingrediente activo del descongestivo sea el guaifenesin. Si contiene antihistamínicos, puede producir el efecto opuesto.
Hay quienes aseguran que el zumo de pomelo también ayuda a mejorar la calidad del moco cervical, sin embargo, no existe ningún estudio que haya examinado el impacto del consumo de zumo de pomelo en la mucosa cervical. Se cree que funciona porque el pomelo ralentiza la descomposición de los estrógenos en el cuerpo, permitiendo así que es exceso de estrógeno se acumule en el cuerpo, por lo que, en teoría, debería funcionar. Pero como hemos dicho, no hay ningún estudio que lo pruebe.
Por otro lado, pese a lo que se pueda creer, los lubricantes que favorecen la fertilidad, como Preseed, no son recomendables como sustitutivo de una mucosidad cervical insuficiente. Los lubricantes más comunes pueden tener un efecto nocivo sobre los espermatozoides, y el beneficio de los lubricantes etiquetados como compatibles con la fertilidad es que no dañarán a los espermatozoides. Pero tampoco hacen nada para ayudar.
Tampoco debes preocuparte mucho si no observas grandes cantidades de mucosa cervical, ya que eso no significa que no estés generando la suficiente. Si produces suficiente estrógeno para lograr la ovulación, también es probable que haya moco cervical en el cuello uterino, incluso si no ves grandes cantidades.
Unos niveles bajos o la ausencia del moco cervical puede deberse a que bebemos poca agua durante el día, a la mala circulación sanguínea hacia los órganos reproductivos provocados por un estilo de vida sedentario, a desequilibrios hormonales, a tomar ciertos medicamentos hormonales que puedan alterar la producción de moco cervical, a un fibroma cervical… Por otro lado, un ambiente hostil en el cérvix se puede dar cuando una mujer desarrolla anticuerpos contra el esperma; sufre algún tipo de infección y/o sigue una dieta con un elevado contenido de ácido en los alimentos.