Si estás intentando quedarte embarazada y la búsqueda se está alargando más de lo normal, puede que tu médico te haya recetado Omifin, un medicamento muy popular que se prescribe cuando una mujer tiene dificultad para quedarse embarazada debido a problemas con su ovulación y que tiene unas muy aceptables tasas de éxito.
¿Qué es el Omifin?
Omifin es el nombre del medicamento que se comercializa en España e Iberoamérica, su principio activo es citrato de clomifeno, un fármaco creado para estimular la producción de óvulos y ayudar así, en ciertos casos de infertilidad. Los médicos suelen recetarlo cuando se ovula con irregularidad o no se ovula, especialmente cuando se sufre el síndrome del ovario poliquístico. Asimismo, también se prescribe en casos de infertilidad inexplicable o cuando se necesita estimular la producción de óvulos, siempre y cuando se pueda fecundar mediante relaciones espontáneas. Para técnicas de reproducción asistida, como la inseminación o la FIV, se optan por fármacos más eficaces.
La ovulación es el momento del ciclo en el que el ovario desprende un óvulo para poder ser fecundado. Hay mujeres que tienen problemas para formar nuevos óvulos y necesitan de un inductor; el citrato de clomifeno se encarga de aumentar la frecuencia de periodos fértiles. Para que se produzca la ovulación se requiere un balance delicado entre las hormonas que participan en este proceso, sin embargo, hay ocasiones en las que se da un desequilibrio entre las hormonas involucradas en la ovulación, la FSH y LH. Cuando el cerebro detecta que la cantidad de estrógenos en el cuerpo es baja, envía hormonas FSH a los ovarios para estimular el desarrollo de un folículo que secrete estrógeno. Una vez que haya estrógeno suficiente en el cuerpo, el cerebro presupone que hay un folículo listo para liberar un óvulo y para lograr este desprendimiento, el cerebro envía la hormona LH. La función del Omifin es “engañar” al cerebro, haciéndole creer que los niveles de estrógeno están bajos, así, este libera más FSH de lo normal, forzando el desarrollo de un folículo.
¿Cómo se toma el Omifin?
Omifin comienza a tomarse cinco días a partir del tercer día de menstruación, con una dosis diaria hasta el octavo día del ciclo. A los cinco días de empezar a tomar Omifin, el cerebro libera una gran cantidad de hormona LH, lo cual envía una señal a los ovarios para que expulsen uno o más óvulos maduros. Generalmente la ovulación empieza una vez pasados siete días desde que se tomó el último comprimido, es decir, alrededor del día 14 del ciclo. Se puede hacer un seguimiento a través de ecografías para localizar el óvulo que pueda ser fecundado y así programar las relaciones sexuales. Se aconseja parar el tratamiento si se detectan más de un folículo maduro para evitar el embarazo de gemelos.
Son muchas las mujeres que han logrado ser madres gracias al tratamiento con Omifin, aunque la eficacia de este medicamento depende en gran medida de la condición previa de cada mujer. En cualquier caso las estadísticas afirman que hasta el 80% de las mujeres logran estimular la ovulación, y de estas el 50% consiguen quedarse embarazadas. De estos embarazos, el 90% se producen dentro de los primeros cuatro ciclos de la medicación, por eso, el tratamiento con clomifeno se realiza durante tres a seis ciclos de ovulación, más de ese tiempo las posibilidades de embarazo son mínimas con este tratamiento y se tendrá que consultar con un especialista de reproducción.
Este es un medicamento que sólo puede tomarse bajo receta médica, pues, por muchos que haya ayudado a muchas mujeres a lograr un embarazo, el Omifin está contraindicado para algunas pacientes, como en caso de aquellas que sufren endometriosis, sangrados abundantes o quistes ováricos. Es el médico quien debe aconsejar la dosis y hacer el seguimiento del tratamiento.
Efectos secundarios del Omifin
Entre los efectos secundarios, del Omifin está el aumento de las posibilidades de tener embarazos múltiples, así como visión borrosa u otras alteraciones visuales o hiperestimulación ovárica hemorragias uterinas anormales, molestias abdominales, náuseas, vómitos, molestias en el pecho, sofocos, ansiedad o sequedad vaginal; ante la presencia de cualquiera de estos síntomas es importante acudir al médico por si fuera necesario suspender el tratamiento.
Y en el caso de los hombres cual es el tratamiento a seguir si este tiene bajo recuento de espermas y de baja calidad.