Se conoce comúnmente como cuarentena al periodo postparto del puerperio, es decir, el que va desde la expulsión de la placenta hasta que nuestro organismo vuelve a la normalidad tras todos los cambios orgánicos y fisiológicos que se sucedieron en el embarazo. Aunque su nombre despiste, este periodo no consta de cuarenta días exactos, sino que, dependiendo de cada mujer puede durar entre 6 y 12 semanas.
Falsos mitos con la cuarentena
Existe la falsa creencia de que durante la cuarentena es imposible quedarse embarazada, especialmente si damos el pecho, sin embargo, esto no es del todo cierto. Durante este periodo se produce una progresiva involución del útero, cambios en el cuello uterino, en el sistema renal y en el cardiovascular, así como una pérdida de peso considerable.
Además, aunque no es lo habitual, si puede ocurrir que en esta etapa una mujer empiece a ovular de nuevo, y por lo tanto, pueda quedar embarazada. Aunque, como decimos, no es la etapa más fértil, ni mucho menos, de la edad reproductiva de la mujer.
¿Cuando llega la ovulación?
La ovulación puede presentarse tan sólo 27 días después del parto, aunque esto suele ocurrir sobre todo en mujeres que no dan lactancia materna; sin embargo, lejos de la idea preconcebida, la lactancia materna no es un seguro anticonceptivo. La media de ovulación en las mujeres que si dan el pecho se encuentra entre los 70 y 75 días, aunque este periodo puede alargarse a aquellas que deciden seguir dándolo en exclusividad hasta los 6 meses.
El por qué no se produce la ovulación en este periodo o porqué está disminuida durante la cuarentena se debe a la prolactina, una hormona que segregamos en este momento y que interviene en la lactancia. Esta hormona bloquea la sensibilidad del ovario a las hormonas de los ciclos habituales de las mujeres, las gonadotropinas. Así, la prolactina actúa como un inhibidor de la respuesta del ovario a las hormonas que existen en el organismo de la mujer.
Recomendaciones médicas
Aunque no está prohibido, la mayoría de los ginecólogos recomiendan no tener relaciones sexuales con penetración durante los treinta o cuarenta días posteriores al parto. Esto se debe a que, mientras el útero vuelve a su tamaño normal, se produce un sangrado prolongado, además, durante este periodo el cuello del útero está abierto y si hay relaciones sexuales aumenta el riesgo a que se produzca alguna infección. Además, si durante el parto hubo algún desgarro y tuvo que practicarse una episotomía, la vagina estará cicatrizando por lo que, las relaciones sexuales podrían ocasionar bastante dolor.
Si el parto ha sido por cesárea y siempre que la evolución sea buena, el tiempo de espera para mantener relaciones sexuales se puede llegar a reducir a los 20 días.
En cualquier caso es aconsejable acudir al ginecólogo antes de empezar a tener relaciones sexuales para contarle nuestras intenciones y poder tener así, una opinión médica fiable.
