En el tiempo que llevas intentando tener un hijo, seguramente te has planteado infinidad de dudas. Y, como es lógico, también de miedos. ¿Somos fértiles? ¿Puede ser que alguno de nosotros dos lo sea menos que el otro? Las inseguridades y la búsqueda de un posible “culpable” son frecuentes, pero es algo de lo que debéis huir a toda costa. No aportará nada a la salud emocional de la pareja, que en definitiva es el activo principal para concebir y crear una familia.
En todo proceso de este tipo lo más difícil es comenzar. Para ayudarte, hoy hablaremos de uno de los primeros pasos en el análisis de la fertilidad de una pareja: las pruebas básicas de sangre.
Estáis en la consulta del médico, seguramente esperando algún tipo de veredicto instantáneo. Pero es difícil que el doctor o doctora os pueda dar una respuesta concluyente en el mismo momento. Lo más habitual es que empiece por una serie de preguntas para poder crearse una imagen mental de vuestra situación.
Estudio hormonal basal: análisis de sangre y hormonas
Lo primero que querrá saber el profesional que tenéis delante es vuestro historial clínico y estilo de vida, teniendo en cuenta factores como el familiar, el entorno, el estrés, los hábitos, y demás. Una vez el médico disponga de toda esta información, si no tiene ninguna recomendación previa extraída de vuestras respuestas anteriores, empezará con las pruebas básicas. Una de ellas es el estudio hormonal basal, que consiste en un análisis de sangre.
¿Qué diagnostica un estudio hormonal basal?
En este análisis se estudian una serie de hormonas, como son las LH, FSH, Progesterona, Estradiol, Testosterona, Prolactina y, en algunos casos también las Tiroideas. Los resultados arrojarán luz sobre si tu cuerpo produce más o menos óvulos, si tus condiciones hormonales son las adecuadas o incluso si estamos ante un caso de menopausia precoz.
Más concretamente, si se obtienen niveles de FSH demasiado elevados, puede ser consecuencia de una baja reserva ovárica. Eso no significa que no puedas concebir un hijo, sino que las posibilidades de un embarazo espontáneo son sensiblemente menores a las que tendrías con una reserva de óvulos con valores más elevados. Si existiera esta sospecha, se debería confirmar con una ecografía.
Cabe mencionar, que este análisis no es 100% infalible. Porque, como ya sabes, los ciclos menstruales son irregulares y los resultados de este análisis de sangre pueden verse alterados por el hecho de realizarlo en un ciclo que presenta características distintas a un ciclo habitual en la misma mujer. Como tu médico también te indicará, es mejor realizarlo al principio del ciclo, idealmente el segundo o tercer día del mismo, para evitar el mayor número de alteraciones posibles en los resultados.
Aunque no sea el proceso que te ayude a quedarte embarazada, es de vital importancia, ya que os ayudará a decidir si lo seguís intentando de manera natural, si el médico así os lo indica, o a escoger una u otra técnica de reproducción asistida. Lo importante en todos los caminos es empezar a recorrerlos, y tú ya has empezado a andar.
