Llega ese momento en el que tu mejor amiga te dice que se ha quedado embarazada, y juntas reís, os abrazais y os llenais de felicidad. Al poco, otra de tus mejores amigas te sorprende con la misma noticia, y tú, qué estás también intentándolo, crees que pronto te unirás al club de madres. Pero el tiempo pasa, y mientras todas van cayendo a tu alrededor; esas que lo buscan, esas que van ya por el segundo, las que se quedan sin ni siquiera intentarlo… y tú -todavía- no lo consigues. Entonces, ante la siguiente amiga que te cuenta emocionada que espera, quizá ya su segundo churumbel, a ti ya no te sale estar contenta, sino todo lo contrario. La envidia, el enfado o el resentimiento, junto con otras muchas sensaciones perturbadoras, se adueñan de tu ser, que en lugar de poder decir “¡enhorabuena!”, lo único que te sale pensar es “¿y por qué yo no?”.
Hay muchas luchas en una mujer que quiere quedarse embarazada y no lo consigue. El entorno, es sin duda, una de ellas. Cuando a nuestro alrededor comienzan a llegar bebés, parece que además, el mundo empieza a prepararse, por primera vez ante tus ojos, para ello. De repente ves tiendas de ropa y juguetes para los más pequeños por todos lados; te das cuenta de que en la cafetería a la que vas existen tronas, y aunque sientes que las acaban de poner, lo cierto es que llevan ahí desde que abrieron; sientes que todas las mujeres y parejas embarazadas han decidido salir a la calle justo cuando tu lo haces -seguramente, siempre te cruzaste con el mismo número, pero ahora las ves-: y para colmo de males, tus amigas no paran de hablar de embarazos, de partos, de lactancia, de colegios e incluso ¡de hermanos!.
Por mucho que las quieras, no puedes más que sentir enfado o celos, y aunque te resistas e incomoden tener estas emociones, la verdad es que son sensaciones absolutamente normales. Permítete estar triste de vez en cuando, ahora bien, si sientes que los pensamientos negativos están yendo demasiado lejos, te están alejando de tus amigas o no te permiten hacer tu vida normal, es recomendable pedir ayuda psicológica.
Consejos para afrontar la situación
Sin embargo, hay algunos trucos que podemos hacer solas para sobrellevar esta situación de la mejor manera posible, hasta que por fin, seas tú quien dé la buena noticia. Si sientes que te están embargando sentimientos que no te gustan y que no quieres desarrollar, puedes elaborar tu propia lista de actividades de afrontamiento. Escribe en ella todas esas estrategia que creas que te pueden ayudar a sentir mejor en los momentos más difíciles y mantenla cerca de ti, donde puedas echarle un vistazo cada vez que lo necesites.
Algunos de estos trucos pueden ser: escribir una carta ficticia o un diario en el que puedas sacar a la luz todos tus sentimientos sin herir a nadie. Además de la liberación que supone “vomitar” todo lo que llevamos dentro, escribir es una fantástica herramienta para reducir el estrés y la ansiedad. De la misma manera que lo es desarrollar un hobby que nos permita crear cosas bonitas con nuestras manos: pintar, coser, hacer fotos, tocar un instrumento, hacer cerámica… estas actividades además de resultar muy estimulantes, nos mantendrán ocupadas en nuestros propios proyectos y no en los embarazos ajenos.
También puedes llamar a una amiga a la que tengas al corriente de tus sentimientos y que entiende cómo te sientes, o entrar en comunidades de mujeres en tu situación con las que puedas desahogarte tranquilamente, como la que hemos creado en WOOM. Salir a dar un paseo relajante, en el que prestes atención a lo que ves, hueles u oyes, también puede servir para dejar a un lado los embarazos de tus amigas. Practicar yoga o cualquier ejercicio de control mental, ir al cine, al teatro, escuchar música o leer un libro… pequeñas y fáciles cosas que podemos realizar sin esfuerzo y que nos ayudan a tener la mente en otros asuntos.
Piensa que es cuestión de tiempo que puedas formar parte activa de sus conversaciones sobre embarazo, bebés, percentiles, colegios… ser la última en quedarse embarazada tiene muchas cosas buenas, ¡piensa en todo el dinero que te ahorrarás en ropa con todo lo que vas a heredar! Tomarse las cosas con humor y paciencia te ahorrará muchos disgustos y te permitirá afrontar este camino de la mejor manera posible.