CUANDO IR POCAS VECES AL BAÑO, NO ME “SIENTA” BIEN

CUANDO IR POCAS VECES AL BAÑO, NO ME “SIENTA” BIEN

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Un día más que me cuesta ir al baño…me siento un buen rato, realizo un gran esfuerzo y nada; a veces, me aprieto con las manos el abdomen a ver si ayudando…pero no hay forma. Por fin, ya parece que ha llegado el momento, ¡uff! Lo que me está costando,… ¿ya? ¿Todo este esfuerzo para dos bolitas?, que sensación más extraña e incómoda sentir que sigues llena, que no has evacuado completamente y, para colmo, he visto que he manchado el papel higiénico con sangre, no me extraña, después de tanto esfuerzo, de hecho he notado un bultito. Lo que faltaba…¡¡¡hemorroides!!! Una de las causas más comunes que predisponen a las hemorroides es el estreñimiento. 

El estreñimiento ¿es una enfermedad?

El estreñimiento ¿es una enfermedad?

El estreñimiento aparece cuando disminuye el número de deposiciones y/o cuando las heces son duras o difíciles de expulsar. Sin embargo, también puede ir acompañado de otros síntomas desagradables, como incomodidad cuando vas al baño, distensión abdominal y dolor debido a que las heces son duras, secas y de difícil evacuación. Se considera estreñimiento cuando se realizan menos de tres deposiciones a la semana o cuando, independientemente de la frecuencia, las heces se han vuelto duras y cuesta evacuarlas. Puede ser agudo o crónico. Alrededor de un 15% de la población sufre estreñimiento crónico, más frecuente en mujeres (más durante el embarazo) y en las personas mayores de 65 años.

No se trata de una enfermedad, es un síntoma y como tal puede ser consecuencia de múltiples causas. Lo más habitual es que sea consecuencia de un cambio en los hábitos diarios, como una reducción en la ingesta de líquidos, un cambio de la dieta, sobre todo, por reducción en el consumo de fibra, la falta de ejercicio o el sedentarismo. Todo esto, puede dar lugar a estreñimiento o acentuar un estreñimiento previo.

Una de las causas más comunes que predisponen a las hemorroides es el estreñimiento.

Una de las causas más comunes que predisponen a las hemorroides es el estreñimiento. Las consecuencias del estreñimiento crónico son, con frecuencia, la aparición y el desarrollo de problemas anales, especialmente hemorroides y fisuras.

Las hemorroides son dilataciones de las venas que irrigan la mucosa del ano y el recto produciendo picor o incluso dolor. La presencia de sangre en las heces puede ser también una consecuencia. Pueden ser internas, cuando se producen en la zona interior del ano, o externas, cuando se ubican en la parte exterior del ano o del orificio anal.

La aparición de hemorroides es muy frecuente, especialmente durante el embarazo y después del parto. Entre las causas principales que nos pueden llevar a padecerlas está el estreñimiento y diarrea crónica, la insuficiencia cardiaca, pero también otras que dependen de nuestro estilo de vida, como la dieta (abuso de picantes, especias, alcohol o baja ingesta de fibra) o el hecho de llevar una vida sedentaria.

Entonces, cómo puedo evitar el estreñimiento y las hemorroides,

Como se puede comprobar, existe una relación entre el estreñimiento y las hemorroides, esa relación es consecuencia, fundamentalmente, de unos malos hábitos diarios. Por tanto, una buena opción para aliviar el estreñimiento y las hemorroides es adquiriendo unos hábitos saludables:

  • Aumenta la ingesta de agua (al menos 1,5 o 2 litros diarios), el hecho de aumentar la cantidad de agua implica que las heces adquieran una consistencia adecuada que favorezca los movimientos peristálticos y, por tanto, la evacuación.
  • Haz ejercicio: camina, baila, sube escaleras,…es decir, no hace falta ser una experta del fitness, lo importante es adquirir el hábito de realizar ejercicio regularmente, aparcando el sedentarismo. Nuestro organismo lo agradecerá.
  • Ansiedad: situaciones de estrés pueden provocarnos una alteración en nuestro hábito de ir al baño. Incluso, muchas veces, puede generarse un temor por ir al baño por las molestias que ello supone en estas circunstancias. Relájate y disfruta.
  • Aumenta la fibra en la dieta: hay que aumentar la ingesta diaria de fibra, incorporándola a nuestra dieta. Fruta, legumbres, vegetales aportan cantidad de fibra, tanto insoluble como soluble, necesarias para un correcto funcionamiento de nuestra sistema digestivo.
  • Regularidad a la hora de ir al baño: elige una hora del día para acudir al baño. Esta rutina ayudará a regular el tránsito intestinal, pero ¡ojo!, atiende la “llamada” de tu organismo, cuando tengas ganas, no lo dejes para más tarde.
  • Toma complementos alimenticios: si necesitas ayuda, puedes incluir en tu día a día, complementos alimenticios. Existen en el mercado, complementos alimenticios que aportan cepas probióticas que han demostrado una mejora en el tránsito intestinal junto con una cantidad suficiente de fibra que ayuda  a aumentar el volumen de las heces y favorecer el peristaltismo intestinal.
  • Prueba con geles naturales de aplicación tópica, en el caso de que tengas alguna hemorroide. Estos geles no contienen corticoides y te ayudarán a la cicatrización natural, reducción de la inflamación, del dolor y del picor de la zona afectada.

Que el estreñimiento no te haga “sentarte” mal

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