Tanto las mujeres que duermen con sujetador como las que no lo hacen, tienen claras razones para ello: comodidad, costumbre, sensación de calor… todas ellas razones personales que las llevan a decantarse por una opción u otra, sin embargo, que sea beneficioso o perjudicial, ya es otra historia.
Ya sea para luchar contra la ley de la gravedad o para aparentar tener más talla de pectoral, para hacer deporte más cómodas o para dejar los pechos quietos y firmes en todo momento, lo cierto es que más del 80% de las mujeres lo utilizan durante el día. Durante la noche la cosa cambia ya que, a día de hoy, ni siquiera lo expertos se ponen de acuerdo sobre si resulta beneficioso, perjudicial o indiferente.
Para algunos especialistas llevar o no sujetador por la noche ni ayuda ni perjudica; según los defensores de esta teoría, este tipo de prendas no evita que con el paso de los años, el pecho pierda firmeza y aparezca más caído. No sirve para nada, más que para un tema de propia comodidad y por la noche su uso resulta indiferente.
Los argumentos que esgrimen quienes lo consideran perjudicial apuntan a que esta prenda comprime varios ganglios y canales linfáticos, evitando así que podamos filtrar y eliminar las toxinas de modo natural mediante el drenaje linfático. Teniendo en cuenta que muchas de estas funciones se llevan a cabo durante la noche, pueden originarse retenciones de líquidos, detalles que a largo plazo pueden originar, por ejemplo, la aparición de quistes, nódulos fibrosos o tumores. Asimismo, no podemos olvidar que el tejido del sujetador puede hacer que la temperatura de nuestro pecho se eleve. Recordemos, que una mama precancerosa tiene una temperatura mayor que las que están sanas, por lo que, no vale la pena inducir esta elevación térmica durante la noche a nuestros senos. Otro de los riesgos que se relacionan con utilizar sujetador durante la noche es que pueden dificultar la correcta circulación de la sangre al comprimir la zona de senos y axilas.
Y finalmente están quienes recomiendan dormir con sujetador. Los motivos que esgrimen los defensores es que es mejor tener el pecho sujeto y apoyado durante el máximo tiempo posible para conservarlo firme. Según estos, a mayor tamaño, más recomendable llevar sujetador.
Es decir, si duermes sin sujetador, no hay nada que decir, está bien, sigue haciéndolo. Pero, si eres de las que se sienten más cómodas haciéndolo, no tienes por qué abandonar este hábito, sin embargo, sí es importante que sigas unas recomendaciones: utiliza siempre sujetadores acordes a tu talla, evita aquellos que tengan costuras, rellenos, aros y a los que oprimen el pecho. Asimismo debes saber que existen sujetadores nocturnos; unas prendas interiores específicas para dormir, cuyo secreto radica en que son muy finos y disponen de una forma adecuada para separar los senos y evitar que se compriman, son de algodón y, obviamente, no llevan ni aros ni varillas.
Por otro lado, y en contra de lo que se venía pensando durante años, el sujetador no exime de que los senos acaben perdiendo firmeza, es más, esta prenda actúa realizando el efecto contrario y además acelera la aparición de estrías, debido a que la musculatura natural de la zona deja de trabajar. Con esto, no queremos decir que todas las mujeres deban dejar de usar sujetador, ya que depende mucho de las necesidades y el tamaño de las mama de cada una; sin embargo, en todos los casos si es recomendable llevar la talla adecuada, que sea de un material transpirable y lo más cómodo posible.
