Hay algunas mujeres que durante la ovulación pueden sentir dolor o incluso pequeños sangrados. Aunque, por regla general, este no es un dolor nocivo, ni sintomático de ninguna enfermedad, si nos ayuda a identificar nuestros días fértiles.
La ovulación es el momento en el que el ovario libera un óvulo maduro de uno de sus folículos, para que este pueda ser fecundado. El óvulo se queda en las trompas de Falopio durante uno o dos días, y si en ese tiempo no se encuentra con ningún espermatozoide comienza a desintegrarse, para, pasados unos días, ser expulsado junto al endometrio en lo que se conoce como menstruación.
Aunque a muchas mujeres el momento de la ovulación les pasa completamente inadvertido, otras, aproximadamente un 20%, pueden llegar a sentir dolor e incluso llegar a tener pequeños sangrados.
El dolor pélvico intermenstrual tiene incluso su propia nomenclatura: Mittelschmerz, una palabra alemana que significa “dolor medio” pues hace referencia a que se produce en mitad del ciclo, justo cuando el ovario libera el óvulo o poco tiempo antes o después de que ocurra. Este tipo de dolor suele centralizarse en la parte inferior del abdomen y en un sólo lado, generalmente en el que esté el ovario que ha liberado el óvulo. No suele durar más que unas horas, a veces incluso hasta 24 o 48, suele ser un dolor agudo, tipo cólico y además, puede acompañarse de otros síntomas molestos como dolor de senos, piernas, musculares o de estómago, náuseas, gases o hinchazón.
A veces, incluso puede venir acompañados de pequeños sangrados, diferentes en color y cantidad de una menstruación, pero que puede llegar a dar lugar a equívocos sobre si estamos menstruando o no. Los sangrados de ovulación, también llamados spotting, tienen un color más rosado o marrón y a veces van acompañados de moco cervical. No son muy abundantes y generalmente, no significa que ocurra nada malo, simplemente se deben al aumento de estrógenos que acompañan a la ovulación. También hay algunos anticonceptivos orales, entre cuyos efectos secundarios pueden producirse estos pequeños sangrados.
Hay varias causas que explican que la ovulación pueda producir este tipo de dolor, aunque las más defendidas son sólo dos: que el crecimiento que se da en el folículo justo antes de liberar el óvulo pueda distender la superficie del ovario y eso produzca dolor. Y que en el momento de la ovulación, si se rompe el folículo, puede liberarse sangre del mismo y este hecho pueda irritar el revestimiento abdominal, produciendo dolor.
Aunque estos síntomas sean normales, es recomendable contactar con un médico si el dolor de la ovulación pareciera cambiar, si dura más tiempo de lo normal, es decir, más de 48 horas o si el sangrado es abundante y te generara cualquier duda al respecto.
Independientemente de lo molesto que resulta cualquier dolor, hay que ver el lado bueno de éste en particular: nos avisa de que estamos ovulando o a punto de hacerlo. Si estáis buscando un bebé, el dolor pélvico intermenstrual, aunque nos incomode, nos informa de que estamos en los días en los que debemos maximizar las relaciones sexuales.
Muy bien es todo lo qué pasa me alivio el susto gracias