Menstruación y sueño no encajan muy bien. Encontrar un método que aguante bien el flujo nocturno a veces es complicado; para muchas mujeres los tampones son la mejor opción, sin embargo las aterradoras leyendas urbanas que corren alrededor de estos, hace que muchas no se sientan muy seguras sobre la idoneidad o no de utilizar tampones durante la noche.
Desmontando mitos
Son muchas las teorías y los mitos que circulan alrededor de los tampones: que si se pueden quedar dentro de tu cuerpo para siempre, que si no dejan que la sangre circule de manera correcta, que si mientras lo llevas puesto no se puede ir a orinar, que pueden salirse mientras haces ejercicio… Nada de esto es cierto.
Los tampones son un método seguro para evitar que el flujo menstrual se esparza por nuestra ropa interior y exterior; sin embargo, es importante seguir unas recomendaciones, la más importante, y que afecta especialmente a las noches, es que debemos sustituirlo por uno nuevo cada 6 u 8 horas. No tiene nada de malo utilizarlo mientras duermes, sin embargo, si tienes pensado descansar durante más de 8 horas, es preferible utilizar otro método, como una compresa o la copa menstrual.
Usar o no tampones durante la noche también depende de la cantidad de flujo menstrual que tengamos; si es muy abundante, el tampón no será capaz de contenerlo durante toda la noche.
¿Dormir con tampones?
El uso de los tampones durante la noche no está asociado necesariamente a la aparición de infecciones. Si no los tenemos dentro durante más de 8 horas y mantenemos una higiene íntima adecuada, no tiene por qué haber ningún problema. Uno de los mayores problemas asociados a los tampones es el síndrome del shock tóxico, una enfermedad causada por un tipo de bacteria que durante muchos años se asoció al uso del tampón.
Esta enfermedad es muy poco frecuente, sobretodo actualmente ya que, antes los fabricantes añadían determinados ingredientes para aumentar la capacidad de absorción, como la espuma de poliéster y la carboximetilcelulosa, lo que provocaba que algunas mujeres no se cambiasen el tampón con la frecuencia que deberían, haciendo que las bacterias proliferaran incrementando el riesgo.
Hoy en día esos ingredientes están totalmente prohibidos en la fabricación de los tampones, por lo que, aunque sigue existiendo el riesgo, las probabilidades son mucho menores.
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Resumiendo, usar tampones para dormir no tiene por qué derivar en un problema, siempre y cuando:
-No se utilice el mismo durante más de 8 horas.
-Utilices un tampón de menor absorción posible, ya que, mientras menos absorbente sea, menos probabilidades de dejarlo puesto mucho tiempo sin cambiar y también menos posibilidad de reducir la humedad de la mucosa vaginal.
Unas buenas pautas para utilizar correctamente los tampones por la noche es colocar uno limpio justo antes de ir a dormir, cambiarlo nada más levantarte, incluso si te levantas a media noche para hacer pis, puedes cambiarlo, aunque si no han pasado muchas horas tampoco es necesario. Si tu flujo es muy abundante puedes ponerte un tampón y una compresa o si sabes que vas a permanecer en la cama más de 8 horas, mejor considera otras alternativas.