Dicen que lo normal es que un ciclo menstrual dure 28 días, pero, ¡no os engañéis!, lo que no es normal, en lo que a ciclo menstrual se refiere, es la precisión y la norma, pues los ciclos menstruales no se parecen nada a un reloj suizo y ni duran lo mismo en todas las mujeres, ni se repiten de igual manera en cada una de ellas. Si vamos a ser realistas, en cuanto a lo que a normalidad se refiere, lo suyo sería hablar de entre 22 y 35 días, pero esta horquilla de días, dificulta la explicación sobre la repartición de días a los que corresponde cada fase de un ciclo menstrual, por esta razón, y sólo por esta, se suele hablar de ciclos de 28 días.
Más allá de lo que dura o no dura, lo importante es saber qué pasa durante un ciclo menstrual; conocer cómo funciona nuestro cuerpo es la primera clave que debemos saber, especialmente si estamos buscando un bebé.
El primer día del ciclo comienza con la visita de la siempre oportuna menstruación. Ese día, en el que el sangrado es abundante y de color rojo, y es seguido por, entre 2 y 7 días -volvemos al asunto de lo “normal”; no todas las mujeres sangramos durante el mismo número de días- de más sangrado, es el día 1 de nuestro ciclo menstrual. Este momento se conoce como fase menstrual o fase hemorrágica, y se debe a que nuestro cuerpo se libera de las células de recubrimiento del útero a través de una abertura en el cuello uterino y las expulsa por la vagina. En esos días podemos perder de entre 10 a 80 ml de sangre, la mayoría durante los primeros días, después, el volumen de sangre que expulsamos va siendo menor.
Cuando dejamos de tener la menstruación entramos en la fase preovulatoria. En estos días, los ovarios producen un montón de estradiol, unas hormonas fundamentales para hacer que el óvulo madure dentro de los ovarios y que además, tiene una influencia en el cuerpo femenino muy positiva; mejoran la calidad de la piel y del pelo, nos aportan más energía, ayudan a aumentar la libido… Esta situación nos lleva hasta, más o menos, la mitad del ciclo, que es cuando ovulamos. A la fase menstrual y a la preovulatoria juntas, también se les llama fase folicular.
Bien, ovulamos, y ahí comienza la tercera fase: la ovulatoria. Por dentro, nuestro óvulo ha madurado y es expulsado por el ovario hasta llegar al útero, pasando, eso sí, por las trompas uterinas -antes conocidas como de Falopio-. Mientras, el folículo que ha liberado el óvulo también expulsa el cuerpo lúteo, que es un tejido que genera progesterona y que se sitúa en el endometrio, dejándolo preparado para, en caso de que el óvulo sea fecundado, el embrión pueda nutrirse y crecer muy a gusto. Mientras esto ocurre por dentro de nuestro cuerpo, por fuera, notamos que estamos ovulando porque, desde un par de días antes, nuestro flujo vaginal es viscoso, abundante, pegajoso y elástico. Si quieres quedarte embarazada, es muy importante que sepas que, únicamente durante las 24 o 48 horas que está el óvulo paseando tranquilamente por las trompas uterinas, puede producirse el embarazo. Esto no significa que sólo puedas quedarte embarazada si tienes relaciones sexuales justo en esas 24 o 48 horas, ya que, el esperma puede vivir, aproximadamente, 72 horas dentro del cuerpo femenino. Pero si es importante saber que durante esos 3–4 días centrales del ciclo será cuando tendremos ocasión de quedarnos embarazadas, pasada esa fase, las posibilidades de lograr un embarazo, disminuyen o prácticamente se extinguen.
La última fase del ciclo menstrual corresponde a los últimos días antes de que nos venga la regla, a esta se le ha llamado postovulatoria o premenstrual. En ella, si el óvulo no ha sido fecundado, involuciona y se expulsa, junto con la sustancia que se había alojado en el endometrio, con la menstruación. En esta fase la progesterona se adueña de nuestro cuerpo, aunque ya le toca ir disminuyendo de intensidad, pero mientras eso no ocurre nos volvemos sensibles, irascibles, tenemos dolores por todo el cuerpo, pesadez, migrañas… vaya, lo que, más o menos todas conocemos como síndrome premenstrual. El día anterior a que nos baje la regla, acaba nuestro ciclo, y con una nueva menstruación amanece un nuevo ciclo. Si os gustan los nombres científicos, os encantará saber que, desde el momento que ovulamos hasta que acaba el ciclo, a esa fase se la conoce como fase lútea.
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