La danza del vientre; un baile por la fecundidad

La danza del vientre; un baile por la fecundidad

1080 768 Marian Requena González

La danza además de ser un excelente ejercicio tiene un componente artístico que la convierte en una de las actividades preferidas para mantener en perfecto estado cuerpo y mente. Si estás intentando quedarte embarazada y además te apetece probar con la danza, la danza oriental o del vientre, te puede dar más de una alegría.

La danza del vientre es una de las expresiones corporales más antiguas del mundo y la que mejor conecta con la feminidad. La mayoría de sus movimientos están pensados para preparar a las mujeres para el momento de dar a luz, además aporta sensualidad, flexibilidad a los músculos y no resulta nada agresiva, pues sus movimientos lentos y ondulantes hacen trabajar a todo el cuerpo, poniendo especial atención en la cadera, los músculos abdominales, la pelvis y el pecho.

¿Cuáles son los orígenes de esta danza?

Los orígenes de este baile son misteriosos y poco claros, aunque la mayoría de los estudios la sitúan en el Antiguo Egipto donde formaba parte de los ritos que hacían en honor a la fertilidad. En los países árabes se le conoce como Raks Sharki, que significa, literalmente, danza oriental. Fueron los exploradores europeos del S.XIX con gusto por lo exótico y el descubrimiento de nuevas culturas, quienes comenzaron a llamarla danza del vientre, al quedar completamente fascinados con los movimientos de cadera y vientre que no se veían en las danzas europeas.

En la danza del vientre se unen elementos del folklore más primitivo con la danza clásica y contemporánea. Se caracteriza por una serie de movimientos suaves y fluidos, y por la disociación y coordinación simultánea de las distintas partes del cuerpo. El protagonismo está siempre en la cadera, que sensualmente va alternando movimientos rápidos y lentos, enfatizando los abdominales con movimientos de pecho y hombros, mientras la acción se completa con unos brazos serpenteantes y unos movimientos circulares de muñeca.

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Los beneficios que la danza del vientre aporta a la maternidad son tanto físicos como psicológicos. Por un lado, los músculos que más se trabajan en este tipo de danza son los del perineo, el bajo vientre, los abdominales y torácicos, todos ellos fundamentales para el embarazo y el parto. Los músculos del suelo pélvico son los utilizados durante el alumbramiento, pero no suelen utilizarse normalmente, por lo que, pueden atrofiarse. Al bailar, ganan en fuerza, elasticidad y flexibilidad, preparando así al cuerpo para el momento de dar a luz.

Además, al mover las caderas y el pecho y ser conscientes de nuestro poder de seducción, la danza del vientre saca toda la sensualidad que llevamos dentro. Es un baile que aporta seguridad e imaginación, despierta el deseo sexual y libera de bloqueos corporales.

La danza del vientre es, en definitiva, una excelente manera para mantener en forma tus músculos pélvicos, prepararte para el parto, sentirte femenina y seductora, corregir tu posición corporal, organizar los chakras y pasar un rato muy divertido.

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