10 consejos para una búsqueda de embarazo larga

10 consejos para una búsqueda de embarazo larga

1080 768 Marian Requena González

Aunque es más habitual de los que pensamos, pocas parejas están preparadas para afrontar una búsqueda del embarazo larga. En la época del aquí y el ahora, las esperas no es algo que llevemos bien.

Si a eso le sumamos que normalmente nadie nos cuenta cuánto tiempo llevan buscando un bebé, sino que solemos enterarnos de la noticia de repente, y que son, precisamente aquellos que han tardado poco, los que más confiesan lo poco que han tardado, cuando vemos pasar los meses sin que la amiga menstruación deje de venir de visita, nos sentimos bichos raros y no podemos evitar lanzar un grito desesperado de, “¡¿por qué nosotros?!”.

10 consejos a los que agarrarse

Te vendrán bien cuando creas que este camino se te está haciendo demasiado largo y cuando tu gps particular, parece no encontrar el final.

1.- Deja de pensar que esto sólo te pasa a ti. Esta sensación de falsa exclusividad muchas veces se traduce en sentirse menos hombre o menos mujer por el hecho de que nos cuesta tener hijos. Si antes de tenerlos -e incluso de planteártelo siquiera- no creías que tu feminidad o su masculinidad dependiera de la paternidad y la maternidad, no conviertas este momento en cuestionar estos conceptos, que nada tienen que ver con lo que uno tarda o deja de tardar en lograr un embarazo.

2.- Si tus amigos ya están teniendo hijos y sus conversaciones giran en exceso en conversaciones sobre dar el pecho, cambiar pañales o su -”sorprendente”- falta de sueño, seguramente te haga sentir incómoda y triste. No dejes a tus amigos de lado, entiende que para ellos es importante hablar de esas cosas -como lo será para ti cuando tengas a tu bebé entre los brazos- pero procura quedar para cosas concretas, como ir a conciertos, exposiciones, ver una película… algo sobre lo que poder hablar más allá de sus quehaceres maternales. Desarrolla la comprensión y la paciencia, pero no te quedes sola.

3.- Si notas que se te hace muy muy cuesta arriba y que esto está poniendo en jaque tu relación de pareja e incluso tu estabilidad emocional, no lo dudes, busca ayuda. Haz terapia o únete a grupos de personas que están pasando por tu misma situación… lo que sea, la ayuda psicológica se inventó para estas cosas.

4.- Cuídate, realiza planes exóticos, divertidos, locos… permítete un tiempo para pensar sólo en ti o en vosotros. Ve al cine, medita, lee libros que no tengan nada que ver con la maternidad, baila y ve a conciertos, haz deporte, estudia por gusto… la vida es un conjunto de muchas cosas, dale espacio a todas aquellas que te permitan no tener como único pensamiento lo mucho que se está alargando vuestra búsqueda del embarazo.

5.- “No podré lograrlo nunca”, “todo esto es por mi culpa”, “mírala, qué feliz va ella con su barrigón”, “seguro que todo el mundo siente pena por nosotros, porque todos saben que nos está costando tener hijos…” esa vocecita interior negativa como ninguna, que se alimenta de tus miedos y momento bajos, no te hace ningún bien. Contrólala, ríete de ella, cuestiónala, pero no te la creas.

6.- Se realista. Hasta un año de búsqueda -siendo menores de 35 años- se considera normal y no tiene por qué haber ningún problema que dificulte la concepción. Pero, si veis que ese tiempo pasa, tened preparado un plan B. Si decidís someteros a un tratamiento de fertilidad, consultad todo lo necesario hasta dar con el profesional adecuado.

7.- Fuera dramatismo. La vida es así, hay cosas que nos salen a la primera y otras que nos cuestan más. Afortunadamente en el siglo XXI hay soluciones para casi todos los problemas, y para los de fertilidad, en concreto, hay muchas soluciones. Pensar con optimismo y con los pies en la tierra, nos ayudará a tomar buenas decisiones.

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8.- Si has decidido comunicarle a tu familia que estáis buscando un bebé, en lugar de enfadarte y tomarte a mal sus intentos de ánimos y consejos -que pueden llegar a ser más estresantes que calmantes- cambia la forma de verlo. Sabes que lo hacen porque te quieren, y que toda esa insistencia, seguramente mal llevada, es sólo su forma de decirte que se preocupan por ti y desean lo mismo que tu. La familia es muchas veces complicada, insistente y, si, también cargante, pero te quieren y quieren lo mejor para vosotros, así que, sonríe, comparte la información que sientas que quieres compartir y agradece la ayuda y los consejos. Pero también, si alguno de esos consejos o insistencias te hacen daño, no te cortes en decirlo.

9.- Pon en práctica la resilencia, es decir, la capacidad que tenemos todos los seres humanos de asumir con flexibilidad situación límites y sobreponernos a ellas. Gracias a la resilencia no sólo somos capaces de afrontar las crisis, sino también de salir fortalecidos de ellas. La resilencia, si bien no es algo innato, si es algo que todos podemos desarrollar en nuestra vida, así que ya sabes “be resilente, my friend”.

Y, finalmente compréndete; sentir frustración, ira, tristeza… es normal e incluso saludable. Comparte estos sentimientos con tu pareja, seguramente él también necesita compartir los suyos. Acéptate y acepta tu situación, pero eso sí, no pierdas la esperanza, todos sabemos que eso siempre, es lo último que se pierde.

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